"Aula inclusiva: lápices al centro"
En ambos grupos lo primero es
dejar los lápices en el centro de la mesa, para que los cuatro miembros del
equipo estén atentos y participativos en la actividad propuesta.
Posteriormente, una persona del equipo
lee en voz alta el problema, una vez que
lo ha leído, una las niñas de ambos grupos que se observa cómo organizan el
trabajo del sus respectivos grupos, comienzan a dar ideas y a potenciar la
participación de los demás pero ellas nunca dan la solución, sino que dejan a
los demás miembros que puedan dar soluciones al problema. Ellas en todo momento
ayudan a sus compañeros y una vez que la solución ha sido conseguida, preguntan
uno por uno sí todos entienden el porqué de dicha solución, para asegurarse de
que todos sus compañeros de equipo han entendido el proceso. Por lo tanto
cuando todo ha quedado claro cogen sus lápices y escriben la respuesta en su
hoja de manera individual.
Esta técnica y otras muchas más,
se pueden aplicar en aulas inclusivas para
llevar a cabo un aprendizaje cooperativo. Aplicando técnicas de este tipo se
fomenta que todos puedan aprender independientemente de sus capacidades. Ya que
trabajar cooperativamente supone que todos aprendan juntos y que se ayuden
mutuamente unos con otros, sin que ninguno de los miembros del grupo se quede
sin aprender sobre la actividad que el profesor proponga.
En cuanto a los roles de los
equipos, se observa como las niñas de ambos grupos tienen el rol de dirigir al
grupo y que todos participen y tengan claro la solución. También en uno de los
grupos, al estar tratando el tema de las monedas y billetes, uno se encarga de
contar y los otros dos de dependiente y comprador, todo esto bajo la “mirada” de la niña. En el otro grupo
como he dicho también es la niña quien se encarga de dirigir al grupo, pero los
roles de los demás niños son diferentes que el primer grupo, dos de ellos
cuentan los que se les pide pero de diferentes cantidades y el niño que prácticamente
no participa tiene el rol de supervisor, prácticamente no participa dejando a
los demás que entiendan el ejercicio, pero al final cuando se va a dar la
solución, él la da sin ningún tipo de esfuerzo. Los roles de cada grupo se
distribuyen, preguntando en este caso las niñas ¿Tú que vas hacer?, es decir,
de que se va a encargar cada uno en la actividad, de manera que todos
participen teniendo un rol diferente.
"El viaje de María"
En la mayoría de las escuelas,
cuando va una niña como María, o no se le acepta, ya que creen que debido a sus
necesidades educativas especiales debe estar en un centro especializado, en este
caso autismo. Otros centros sí que lo aceptarían, pero el niño o la niña o en
este caso María, no estaría en clase con sus compañeros sino apartada, ya que
pensaría que al tener necesidades educativas especiales no puede trabajar con
sus compañeros.
Como es el caso de María, sus compañeros la verían diferente a
los demás, esto se debe a que no haya sido integrada en un aula, es decir, los
culpables de que los niños hagan diferencias se debe a los profesores, que
desde el primer momento etiquetan a un alumno que piensan que no es capaz de
aprender como los demás y los segregan de su aula.
Ningún profesor es nadie
para poder opinar que un niño con necesidades educativas especiales no pueda
trabajar y aprender en un aula con sus compañeros, pienso que para opinar, primero deben integrarlo al aula y ver como el
niño se desenvuelve en las actividades…
Una vez que se ha observado y se ha
analizado su proceso, ya sí que se podrá tomar una decisión, siempre y cuando
teniendo en cuenta la opinión de las personas especializadas que cualquier tipo
de necesidad educativa específica.
ABM

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